Comercializar productos de terceros
Otra opción igualmente válida es encontrar algún producto novedoso que por la falta de una eficaz estrategia de marketing no haya podido ser posicionado en el mercado de acuerdo a su potencial. Una vez que lo has identificado, debes contactar a su fabricante y ofrecerle promocionar su producto a través de la Internet. A cambio de tus servicios recibirás una comisión (generalmente se exige un 50% de comisión) de las ventas que se realicen a través de este medio. Esta es una situación beneficiosa para ambas partes. El fabricante generará ventas que jamás hubiera alcanzado sin tu ayuda, ya que él no está promocionando su producto a través de la Internet o bien no posee los conocimientos necesarios para hacerlo. Si bien tendrá que darte una comisión alta, las ventas que tú le reportes representarán un ingreso adicional que no conlleva ningún riesgo ni inversión de su parte (Tú solamente cobrarás una comisión de producto vendido, por lo cual en el peor de los casos él no perderá ni un solo centavo). Por el otro lado tú también te beneficias ya que tienes la posibilidad de comercializar un producto inmediatamente sin la necesidad de invertir en el desarrollo y fabricación del mismo.
Tampoco tendrás que mantener y controlar un inventario, ya que puedes diseñar el sistema de forma tal que el cliente entre en tu página virtual, se interese por el producto, pague con su tarjeta de crédito y seguidamente el fabricante reciba la orden de compra y envíe el producto por los medios tradicionales.
a): Los gastos de envío, así como los impuestos a la venta que correspondan, pueden ser cargados adicionalmente al precio de venta de modo tal que no afecte ni a tu comisión ni a la utilidad del fabricante.
b): Asegúrate de firmar un contrato que especifique las condiciones de esta relación comercial. Este contrato debe incluir párrafos que determinen tus derechos exclusivos sobre la comercialización del producto a través de la Internet, establezcan claramente cuál es tu comisión y especifique que tú no eres responsable por ningún daño que el producto pueda causar a terceros.
c): Nunca te anticipes a hablar sobre las técnicas de promoción que planeas emplear hasta que el contrato esté firmado. Esa información es la razón por la cual obtendrás tu comisión. En muchos casos se acostumbra firmar un contrato inicial que proteja los derechos sobre las técnicas de comercialización que explicarán antes de firmar el contrato definitivo.
Una vez que hayas logrado automatizar el primer proyecto, el mismo te puede servir como antecedente para obtener un segundo y un tercer contrato con el mismo u otros fabricantes. Todo lo que tienes que hacer es encontrar otro producto similar al anterior, visitar a su fabricante y demostrarle lo que ya has hecho por el primero y cómo él también podrá beneficiarse con tu asesoramiento.