Utilizar listas de correo electrónico es una poderosa arma de ventas si se utiliza en conjunto con un website diseñado para vender.
La efectividad de respuesta que se obtiene con la utilización de este tipo de herramientas, es entre un 4% y un 8% lo que supone una gran ventaja respecto de otras formas de publicidad. Por ejemplo, si se contacta a 10.000 personas, se puede esperar respuesta positiva de aproximadamente 500.
Con las listas de e-mail, las compañías tienen una nueva posibilidad de dirigirse directamente a sus futuros clientes, de una forma rápida, personalizada y eficaz. Además, puede saber en cada momento cual es el retorno de su inversión, ya que conocerán exactamente quien responde a su oferta, en qué momento y a través de que medio.
Hay 2 maneras aconsejables de conseguir direcciones de correo:
Crea tu lista: Esto de hace mediante suscripción en un sitio web. Las personas brindan su nombre y su e-mail a cambio de un beneficio (boletín informativo, un tutorial, acceso a una sección privada del sitio, utilización de un servicio gratuito, etc) y dan su consentimiento para recibir futuros mensajes.
Contratar una empresa: La cual se encargaría de hacer los envíos de mensajes a listados que ellos tienen. Por lo general, este tipo de empresas, cobra según la cantidad de mensajes enviados y es aproximadamente: $10.- o $20.- dólares cada mil. La desventaja es que no puedes saber a cuantas personas les enviaron los mensajes realmente.
Para tener mayor efectividad en las ventas por correo es importante tomar en cuenta los siguientes aspectos:
La organización y contenidos del mensaje.
Siempre que nuestros recursos nos lo permitan, deberíamos comenzar los mensajes saludando al receptor por su propio nombre. Además, cabe la posibilidad de generar mensajes personalizados según las preferencias que el receptor expresó al suscribirse a la lista de correo. Cuanto mayor sea el grado de personalización, mayor será el nivel de satisfacción del receptor, pues encontrará la información que busca más fácilmente.
Los mensajes deben de ser del tipo “cartas de venta” con un título y encabezado que capture la atención del lector a “primera vista”. Debes mencionar los beneficios que el producto brinda al comprador (no las cualidades). Es conveniente adosar algún “bonus”, brindar garantías y también mencionar tus datos (nombre y apellido, dirección, teléfono, e-mail y sitio web).
Los mensajes más efectivos son los que se escriben en tono de conversación, con comentarios acerca de los hechos relevantes del momento y con el tinte más personal posible. Es decir, menos anuncio de empresa y más carta informal, aunque sin pasarse, claro.
El formato.
Los mensajes de correo electrónico pueden enviarse tanto en formato de texto simple como en HTML, como si fueran una página web. El formato HTLM permite añadir al mensaje gran cantidad de características avanzadas así como darle una apariencia mucho más atractiva. No obstante, muchos usuarios no pueden leer mensajes en este formato, el uso excesivo de imágenes puede ralentizar la descarga del mensaje y, por último, si incluimos en el mensaje secuencias de comandos (scripts) muchos programas actuales mostrarán mensajes de advertencia o, simplemente, no los ejecutarán.
En conclusión debemos preguntar a los receptores en el momento de la suscripción si pueden leer mensajes en HTML y crear dos listas o discriminarlos con nuestra aplicación de envío de email; no debemos superar los 35 Kb de tamaño completo en nuestro mensaje; y no debemos incluir scripts excepto allí donde sea absolutamente fundamental, si es que eso existe.
El momento para mandar el correo. El mes de agosto y las Navidades son los dos peores momentos del año para enviar correo electrónico. No mandemos correos cuando nuestros posibles clientes van a estar fuera de la oficina o van a recibir grandes cantidades de correspondencia electrónica. Podemos mandar los correos en la hora y el día de la semana que creamos más adecuado. Para los envíos regulares, suele ser aconsejable interrumpir o reducir el servicio en los períodos de menor actividad, para así no malgastar nuestros recursos.
Evita el spam. En todos los aspectos. En primer lugar, no envíes correo electrónico a quien no quiere recibirlo. Te ahorrarás problemas legales, una mala imagen y, además, un montón de dinero en ancho de banda y tiempo. Cuida que tus mensajes publicitarios no parezcan spam a no ser que queramos que los receptores no se molesten en leerlos.